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jueves, 21 de enero de 2016

Preguntas




El Argentino II parte de Ushuaia, buscando el Atlántico a través del Canal Beagle.


Desde siempre, ver un barco en el horizonte con las últimas luces del día, me produce una sensación de melancolía. ¿Hacia donde se dirije?. ¿Quienes van en él?. ¿Qué preocupaciones dejan atrás?.¿Será un buen barco o un candray matahombres?.  Para alguién que esté mirando desde su popa, el Sarmiento es el barco del horizonte; no sabe a donde vamos, ni quienes somos, ni que preocupaciones tenemos. Es como mirarse en el espejo. Las respuestas están aquí.

miércoles, 6 de enero de 2016

Por los Montes Martial

El 1 de enero de 2016 amaneció un día espectacular en Ushuaia. Sol total y nada de viento. Ideal para salir a conocer la zona. Sobre las nueve de la mañana, nos encontramos varios compañeros libres de guardia en la cubierta del barco y decidimos subir hasta el glaciar Martial, tal como nos había recomendado otro compañero que ya lo había visitado.



Circo glaciar y Montes Martial, con una altura máxima de 1319 metros.


El glaciar está situado justo detrás de la ciudad, según se mira desde el barco. Por lo que nos habían dicho a unos 7 kilometros por carretera montaña arriba y luego varios más por sendero. La idea inicial era ir en bici hasta donde pudiesemos pero, como ibamos cuatro y solo tenemos tres bicis, decidimos cambiar de medio de transporte y buscar un "remis", que es algo parecido a un taxi pero con algunos matices.



Avenida principal de Ushuaia, prácticamente desierta el 1 de enero.

Así pues,  Antonio, Alberto, Alejandro y yo salimos del barco en la zodiac y nos dirijimos hasta la oficina de turismo, donde nos dieron un mapa y algunas indicaciones para la ruta; y por la Avenida San Martín, la más concurrida de la ciudad, que ese día y a esa hora estaba prácticamente desierta, llegamos a la oficina de Remises Carlitos y allí solicitamos un coche.
A los pocos minutos llegó el vehículo y acordamos con el conductor que el precio serían 115 pesos; unos 8 €. En el trayecto, en un viejo Volkswagen con asientos de escai, fuimos en animada conversación con el remisero. Nos contó, por ejemplo, que la Nochevieja había sido tranquila en la ciudad y que aquí, lo que se estila en esas fechas es hacer la "joda" (= fiesta) en el campo; pandillas de amigos al aire libre, con música, bebida y comida y que es habitual que este tipo de jodas acaben en bronca.
Sobre las once llegamos a la base de la estación de esquí Martial y empezamos a caminar. El sendero transcurre a la orilla del río, que baja con fuerza de la montaña debido a la pronunciada pendiente y al deshielo. Caminamos a la sombra de unos árboles desconocidos para nosotros; por el tronco parecen coníferas pero las hojas son completamente distintas. Más adelante, gracias a un panel explicativo, pudimos saber que el árbol en cuestión es la lenga. Los bosques que rodean la ciudad están formados, casi exclusivamente, por este árbol.


Subiendo al lado del río, el glaciar se ve, a ratos, entre las lengas.














Ascendemos durante aproximadamente hora y media, a paso lento, charlando, haciendo fotos y admirando el paisaje. Por delante tenemos las moles rocosas cubiertas de nieve que conforman el circo glaciar Martial y si mirábamos atrás, vemos las aguas azules del Canal Beagle, con la ciudad asomando a nuestros pies entre los árboles, el Sarmiento fondeado cerca y la isla chilena Navarino, en la otra orilla.



El Canal Beagle, a nuestras espaldas según subimos.
Según vamos subiendo el tamaño de las lengas se reduce y sus troncos se retuercen, seguramente debido al azote del viento y al peso de la nieve que los cubre buena parte del año, llegando al punto de ser nosotros más altos que ellas, en lo que parece un inmenso jardín de bonsais. Al alcanzar una altura de unos 600 metros, los arboles ceden su sitio a una turbera que, en esta época del año, rezuma agua por todas partes y el río, ya convertido en arroyo, se descompone en multiples brazos bajando de las montañas que ya tenemos por delante y a los lados.



Turbera, bosquecillo de lengas que parecen bonsais y circo glaciar completo.

A partir de este punto ya caminamos entre manchas de nieve y se ve el resto de la ruta completa, que atravesando neveros cada vez de mayor entidad, va serpenteando ladera arriba, hasta llegar a una cascada de varias decenas de metros que cae por una pared de piedra vertical. Sin embargo, hacia la derecha sube otro camino, nada concurrido ese día pero con huellas de días pasados en la nieve. Al final hay un collado entre dos cumbres y decidimos subir hasta allí, para hacer un poco más larga la ruta y ver lo que hay al otro lado.



Siguiendo la ascensión por la ladera derecha mientras veíamos la ruta principal y la cascada al otro lado.

Al principio parece fácil, pero cuanto más avanzamos, a través o bien de nieve o bien de piedra suelta, más crece la pendiente. Es necesario incluso ayudarse a trepar con las manos en los últimos metros pero, una vez arriba, el esfuerzo merece la pena. Se llega a una altura de 990 metros y allí se acaba el camino, en un cortado vertical de varios cientos de metros, que deja ver un precioso valle, atravesado por un río con meandros y alguna laguna. Luego el río se interna en un bosque  y todo ello rodeado de montañas nevadas y en absoluto silencio. Luego supe que el valle en cuestión se llama Valle de Andorra.









Vistas desde el final de la ruta, a un lado el Valle de Andorra y por otro el Canal Beagle al fondo.

Tras las fotos de rigor nos sentamos a comer los bocadillos, contemplando el paisaje. Al cabo de un rato llegó a nuestra altura una pareja de neozelandeses, que según nos dijeron, habían intentado subir hacía diez dias pero les fue imposible por la cantidad de nieve que había. Ahora habían vuelto tras hacer un crucero por la Antártida.
Llegó la hora de bajar.....y de disfrutar, porque a ratos deslizándonos sentados sobre la nieve o a ratos corriendo sobre ella sabiendo que de caer era como caer entre algodón, nos presentamos en la base del glaciar en veinte minutos mientras que para subir empleamos casi dos horas.



Descenso entre la nieve.





El resto del descenso por el bosque de lengas ya no fue solo hasta la estación de esquí, sino que continuamos por él hasta el mismo pie de la ciudad.
Lo siguiente fueron una, dos y hasta tres cervezas en los locales de Ushuaia, buscando conexión wifi para compartir con nuestra gente las fotos del buen dia de montaña que vivido. Mi hijo Manuel, de seis años, al ver el video deslizándome montaña abajo entre la nieve, dijo que "papá lo está pasando allí mejor que yo aquí"...y seguramente a ratos ese día fue así.



domingo, 3 de enero de 2016

Para empezar: Ushuaia, la ciudad del fín del mundo


Cuantas ideas tengo para contar en el blog y que dificil se me está haciendo empezar; ya perdí la cuenta de las veces que he borrado y vuelto a escribir esta primera línea.



Estoy, dicen, en el fín del mundo. Todo aquí lleva ese adjetivo: Ciudad del fín del mundo, Tren del fin del mundo, Hotel Fin del mundo, Estación del fin del mundo, Pizzería Fín del mundo, etc. No sé yo, creo que ya he estado en varios fines del mundo, pero en ningún principio.

Ushuaia, con el muelle comercial en primer término y los Montes Martial detrás.

Canal Beagle, con el B/O Sarmiento de Gamboa fondeado.
El caso es que, este principio de año me encuentra embarcado en el B/O Sarmiento de Gamboa, fondeado en Ushuaia, capital de la provincia argentina con el llamativo nombre de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur). La ciudad está situada en el extremo sur de América, en la Isla Grande de Tierra del Fuego y sea o no sea el fín del mundo, si es ciudad más austral del mundo (54º 46' S). Está ubicada en la orilla norte del Canal Beagle y rodeada por los montes Martial. 

Oficialmente, la ciudad fue fundada el 12 de ocutubre de 1884 por una expedición argentina, que tenía por misión instalar una subprefectura en la zona. Actualmente, tiene unos 60.000 habitantes y 127.000 toda la provincia (desconozco si se contabilizan los habitantes de las Malvinas, Georgias y Sandwich reclamadas por Argentina, pero actualmente bajo dominio británico).
Vista de la ciudad desde el Sarmiento amarrado en el muelle.
Ushuaia es un gran polo turístico. En el verano austral recibe a muchos visitantes que acuden atraidos por los impresionantes paisajes naturales, a practicar senderismo, montañismo, navegación de recreo y observación de animales marinos por el Canal Beagle y deportes de aventura. Así es que la gran mayoría de negocios en la ciudad son tiendas de ropa, material de montaña, empresas de turismo activo y hoteles. También es el principal punto de acceso a la Antártida. Todos los días llegan al puerto varios cruceros antarticos, que incian y/o finalizan el viaje aquí, aprovechando las facilidades que da el aeropuerto internacional situado a diez minutos del centro de la ciudad y del puerto. También es punto de partida para los transbordadores que cruzan hacia el lado chileno del Beagle y para las expediciones oceanográficas y de abastecimiento de las bases antárticas. Por este motivo estamos aquí nosotros y también está en el puerto estos días el BIO Hespérides y ayer estuvo un buque oceanográfico ruso. En invierno destaca el turismo de esquí.
Avenida de San Martín, calle más concurrida de la ciudad.




Calle de la parte alta de la ciudad.



La duración del día y la noche son muy variables, estos días, los más largos del año, la oscuridad total se produce cerca de la medianoche y a las tres de la mañana ya empieza a clarear el cielo. En invierno, las horas de luz nos son más de seis.
Diez de la noche del primer día de 2016, últimos rayos de sol sobre el Canal Beagle.

El clima es suave y variable en verano y frío, suavizado por la presencia del mar, en invierno.
El B/O Sarmiento de Gamboa, en su primer viaje a estas latitudes, está ejerciendo como medio de transporte de material para Base Antártica Española (BAE) Juan Carlos I, ubicada en la Isla Livingstone y que está en pleno proceso de ampliación. 
B/O Sarmiento de Gamboa fondeado en la bahía de Ushuaia.
Ya ha hecho un primer viaje con carga y personal para abrir la Base (solo está operativa entre diciembre y marzo) y ahora el buque está en Ushuaia esperando por la carga del segundo. Se supone que va a haber un tercero, e incluso un cuarto y también se irá a llevar material a la BAE Gabriel de Castilla, situada en la Isla Decepción, a unas cuarenta millas de la anterior. La tripulación actual, entre la que me incluyo, hemos viajado aquí en avión hace unos días y para la gran mayoría de nosotros será nuestra primera experiencia antártica. Así pues, tendré mucho que contar en las siguientes entradas del blog :-).