Se acabó Bocats. El 27 de julio a
mediodía atracamos en Reikiavik dando por concluida la campaña que empezó en
Vigo hace cuarenta días. Ahora queda recoger, unos días de descanso en puerto,
el personal científico y técnico desembarcará y la tripulación volveremos en
con el barco a Vigo donde será nuestro relevo.
Fueron cuarenta días de mar, la
gran mayoría con el cielo gris y sin ver nada más que agua. Ciento veintitrés
estaciones de muestreo de CTD (agua) y aproximadamente una de cada tres también
con la Box Corer (fondo) además de la suelta y recogida de varias boyas
oceanográficas y los datos analizados en continuo por los sensores del buque.
Aparte del trabajo y de los días
grises también hubo ratos de ruptura de rutinas, ratos de esos de los que hablé
en una entrada pasada.
Por el camino vimos algunos
animales marinos; unas pocas ballenas y bastantes calderones y delfines de vez
en cuando. En cuanto a las aves ganó por absoluta mayoría el fulmar. Aves muy
parecidas a las gaviotas, bastante curiosas pues se acercaban al barco para
curiosear pero no tan atrevidas como las gaviotas. No recuerdo que ninguno se
haya atrevido a posarse en cubierta, ni siquiera sobre un palo o una grúa.
Barcos muy pocos, ahora mismo
solo recuerdo el rolón Cygnus Leader que nos cruzamos a primeros de julio que
iba desde Rotterdam a Halifax en Canadá y la visita entre la niebla del
oceanográfico estadounidense Neil Armstrong con el que coincidimos en la misma
zona de trabajo cerca ya de Groenlandia y que ahora está aquí atracado a
nuestro lado. Además del intercambio de saludos por radio nos sobrevoló su dron
para tomar unas imágenes que esperamos obtener estos días.
Después llegamos hasta dos millas
de la costa de Groenlandia. En su extremo sur, una costa muy agreste y sin
rastro de presencia humana. Allí disfrutamos del sol de medianoche detrás de
las montañas y entre las nubes y una mañana soleada que nos permitió sacar
bonitas fotos de las montañas y algún iceberg lejano.
Y luego a bordo, ratos para la
charla distendida haciendo un alto en el trabajo, música en directo, un campeonato
internacional de pin-pon con triunfo con campeón y subcampeón franceses,
disfrutar de la comida, visitas explicativas al puente y a la sala de máquinas
para los científicos y charlas divulgativas sobre sus investigaciones por de
parte de los científicos para la tripulación y técnicos y alguna cosa más que seguro que ahora no me viene a la mente.
En definitiva, una campaña más
finalizada con éxito para el historial del B/O Sarmiento de Gamboa, tal como se
puede comprobar en las sonrisas que muestran
en estas ultimas fotos con María (capitán) y Fiz (jefe científico) nada más
concluir la última inmersión de la roseta y la foto de fin de campaña que se hizo a continuación.
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