lunes, 15 de febrero de 2016

Isla Decepción


De todos los sitios que estamos visitando en este viaje, Isla Decepción es seguramente el más peculiar de todos.
Situada 600 millas al sur Cabo de Hornos, pertenece al archipiélago de las Shetland del Sur, tiene forma anular con 18 km de norte a sur y 16 de este a oeste, con un total de 72 km2. 

 
Ubicación de la isla y mapa de la misma.

La isla es un gran cráter volcánico navegable. El volcán, en su base en el fondo marino, tiene un diámetro de 30 km y se eleva 1500 metros sobre el mismo. La máxima altura de la isla es 539 m. El cráter está comunicado con el mar a través de una estrecha abertura de menos de 500 metros. La última erupción del volcán se prolongó entre 1967 y 1970. Actualmente hay emanaciones de gases y aguas termales en diferentes puntos de la isla. Cuando estuvimos allí el agua en la bahía estaba a 4 ºC mientras que en el mar que rodea la isla estaba a 1 ºC. 

Vista general de la isla, con una fumarola en la playa en primer término, la bahía Puerto Foster con la salida al océano al fondo y el b/O Sarmiento de Gamboa fondeado, la BAE Gabriel de Castilla en el centro y la Base argentina Decepción a la derecha.

Gran parte de la isla está cubierta por glaciares, aunque no se ven a simple vista, pues están tapados por las cenizas de las sucesivas erupciones volcánicas. El terreno también permanece a una temperatura superior al resto de las islas del entorno y la isla nunca está completamente helada. Las montañas que rodean la bahía ofrecen protección al viento y todo ello crea un microclima en el interior de la isla, debido a lo cual suele estar ocupada por numerosas especies animales (focas, leones marinos, pingüinos, etc) que buscan refugio en ella.

Glaciar negro: hielo cubierto de cenizas de las sucesivas erupciones volcánicas.

El frío, las cenizas volcánicas, los cielos grises con las montañas envueltas en niebla, el hielo, el único sonido del viento y los líquenes y unas pocas aves como únicos signos de vida, dan al ambiente una sensación de desolación total.


De vez en cuando en algún rincón una mezcla de colores rompe el monopolio de los colores grises.

El nombre castellano de la isla es una traducción errónea del nombre en inglés, Deception Island, que debería haberse traducido como Isla Engaño.
Las primeras citas de presencia humana en la isla datan del siglo XIX, cuando era utilizada por los cazadores de focas debido a las magníficas condiciones de su bahía como puerto natural. Se la llamó Puerto Foster. Posteriormente, a principios del siglo XX, las compañías balleneras, principalmente noruegas y chilenas utilizaron la Caleta Balleneros con centro de operaciones, primero como fondeadero para sus buques factoría y entre 1912 y 1931 con una instalación en tierra, la Ballenera Hektor, que además del propio equipamiento para el procesado de ballenas llegó a contar con carpintería, talleres, molino, almacenes, muelle, barracones con cocina, hospital, estación de radio, pocilgas para la cría de cerdos y hasta una estafeta postal. Hubo incluso un cementerio que llegó a tener más de 35 tumbas. En el verano austral habitaban la isla unas doscientas personas. Este periodo, se calcula que se procesaron más de 30.000 ballenas entre las instalaciones de tierra y los buques factoría fondeados en la bahía.

Vista de los restos de la Ballenera Hektor desde los montes circundantes. Los restos semiderruidos y semienterrados por la cenizas volcánicas ofrecen un paisaje apocalíptico.



 

Con el declive del negocio ballenero, la isla fue abandonada y desde entonces permanece deshabitada. En los años cuarenta del siglo XX fue objeto de varias disputas territoriales entre Argentina y Reino Unido. También fue utilizada como refugio por submarinos alemanes durante la 2ª Guerra Mundial y las viejas instalaciones balleneras bombardeadas por la aviación inglesa, para que no sirvieran como punto de aprovisionamiento para los alemanes.
Posteriormente, en los años cincuenta, se establecieron diferentes bases científicas por parte de Reino Unido (ocupando las antiguas instalaciones balleneras), Argentina y Chile. El Tratado Antártico de 1961 incluyó a la isla entre las tierras cuyo fin solo puede ser pacífico y abierto a todos los países del mundo y las reclamaciones territoriales de Argentina, Chile y Reino Unido quedaron en suspenso. El Tratado declaró los restos de la Ballenera como Monumento Histórico.
La erupción volcánica de 1967 a 1970 destruyó las bases científicas chilena y británica y la Argentina, que resultó dañada, pasó a ser ocupada solo en verano. En 1989 España inauguró la Base Científica Gabriel de Castilla, perteneciente al Ejército de Tierra. Está ocupada solo durante el verano austral.

   BAE Gabriel de Castilla, a la izquierda cubierta de nieve tras una intensa nevada y al cabo de unas pocas horas sin restos ya de la nieve que desaparece rápidamente.


Actualmente, la isla es uno de los puntos más visitados por el turismo antártico. Entre sus atractivos destacan las lagunas termales, las ruinas, semienterradas en cenizas, de la Ballenera, las colonias de pingüino barbijo y la presencia en las playas de la bahía de focas y otros mamíferos marinos.

Ubicación de la colonia de pinüino barbijo en la parte sureste de la isla. La colonia ocupada solo durante los meses de cría alberga a entre 200 y 300 mil ejemplares.


  

  
León marino y foca leopardo.

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